~Love is passion, obsession, someone you can't live without.~
Meet Joe Black,William Parrish

viernes, 20 de mayo de 2011

Bloody Touch



   -Vive un poco.-dice Mona.
Respondiendo a mi estado de shock cuando la veo pasar por la puerta a las 9 am. Sus pequeños shorts de mezclilla estan rotos en pedazos estratégicos, su tank top de Skylar Grey ciñe su delgado cuerpo perfectamente, con una manga aventurándose por su hombro. Sostiene sus tenis deslavados en sus manos, sosteniéndolos despreocupadamente por las agujetas. Su cabello esta intencionalmente despeinado, su maquillaje corre por las orillas de su rostro, ha tenido una noche larga. -Toma...- pone sus zapatos en mis manos y sube las escaleras hasta su cuarto. La sigo. 

-Demaciados clientes?-digo. Mona suspira. 
Ella trabaja en el bar Esroch con Matt, su ex-mejor amigo y actual novio. 
Cora y yo estuvimos conmovidas las primeras semanas. 
Despues de todo, literalmente se conocen desde que nacieron. 
Nenna llevo a Matt al parto de Mona... Desde entonces han sido inseparables.

Cuando la primera ola de magia desaparecio, decidieron que se divertian mas bebiendo y escuchando musica alternativa que lidiando con sentimientos. 
Por eso trabajan en Esroch, el lugar mas ruidoso que pudieron conseguir. 

-Sobrepoblación de idiotas...- dice, mientras empapa algo de algodón con desmaquillante M.A.C. Mira su reflejo en el espejo, apenas parpadea. 
-Mamá preguto por ti.- Siempre le digo lo mismo. Pero miento, obviamente.
-Pshyco no ha dado problemas?- me mira por primera vez, con un vestigio de alerta en su rostro. Como si acabara de recordar su realidad. 
-No, ha estado tranquila.- digo, con sierto alivio. 

   Observo a Mona dormir. 
Desde que se graduo de preparatoria ella duerme todo el dia. Por las noches trabaja con Matt.Quieren ahorrar dinero para poder pagar un viaje a Brussels, el lugar con las mejores fiestas en el mundo. 
Pero se que si se va, no regresaría. Jamas la volveria a ver. 

   Mona se mueve a un costado. Duerme tan plácidamente. 
Hace un ruido a cada tanto con su garganta. Completamente relajada.
Quisiera poder volver a dormir así. 

   Pase la noche entera sobresaltandome cada vez que imaginaba una figura a mi costado, cada pequeño sonido aceleraba mi corazón dolorosamente, pero lo mas tormentoso es no poder sacar su voz de mi mente. 
El recuerdo de sus palabras me despertaba a cada tanto. Trataba de descifrar el lió de confusión que había creado en mi cabeza. 

   Pero era su suave y ansioso tono el que me distraía. 
Ansiaba sus ojos grices perforandome con la mirada. 
Quería tener su precencia cerca... por mas perturbante y amenazadora que fuera. Moría por sostener mi mano cerca de su cuerpo, rogando por tocarlo. Pero hubiera matado por respuestas. Mis ojos lentamente empiezan a cerrarse, y me dejo llevar por el cansancio. 

-Bravo...-La voz desconocida me toma por sorpresa, pero por alguna razón mi corazón no arde con dolor. 
Se que no es Row y definitivamente no es Mona. 
Una figura borrosa aparece ante mi. Quiero moverme, levantarme y observarlo; pero no puedo moverme. Permanezco tiesa, a un lado de Mona.

Mi respiración es lenta y pausada, aunque quisiera ser libre de hiperventilar. 
-Almenos esta parte ha funcionado.- Se hacerca un poco mas. 
Es alto, casi tanto como Row. Hacerca un dedo a mi pierna flexionada. 
Recorre ligeramente mi rodilla, su suave toque manda rayos de electricidad por mi espalda. Pero no es doloroso... en cambio, no quiero que deje de tocarme.Su dedo traza suaves circulos. -Ah elegido bastante bien.- su voz es incitante, con un trazo de precaución. 

Al fin lo veo... un par de ojos azules me miran. 
Su largo cabello castaño obscuro toca sus cejas, incluso recostada puedo observar sus gruesas pestañas, sus ojos azules opacan todo otro color. 
Sonríe casi tiernamente. 
  Y en un segundo esta fuera de mi vista. 

   Recupero el control de mi cuerpo. 
Inmediatamente giro y trato de mover a Mona, pero ella balbucea algo, se que esa bien. Miro al rededor, aún intrigada. 

   Quiero gritarle al cielo mi mala suerte. Mi maldita suerte. 
Tomo uno de los cojines enormes de Mona entre mis brazos. 
No tengo respuestas. No se nada
Solo se dos cosas: que quiero que me dejen sola. 
Y que un hilo de sangre recorre mi pierna, ahy donde el me toco.